Casos como los de Venezuela son muestra de esas consecuencias, pero también evidencian la solidaridad de los países del sur. En su reunión anual, el responsable de la Agencia para los refugiados destaca la nociva retórica contra los refugiados y lanza una campaña contra la apatridia en la que participa la actriz, Cate Blanchett.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados destacó este lunes que durante el último año se ha subrayado la importancia del por qué es necesario contar con un Pacto Mundial sobre los Refugiados y cómo éste empieza a “remodelar nuestra repuesta colectiva”.
En contra de la creencia popular, los refugiados, los solicitantes de asilo y las personas desplazadas generalmente se ubican en los países en desarrollo y estos países necesitan un apoyo internacional más sustancial y sostenible, dijo Filippo Grandi en la apertura de la 70ª sesión del Comité Ejecutivo de la Agencia de la ONU en Ginebra.
Filippo Grandi destacó que, pese a que gran parte del debate sobre el desplazamiento forzado de personas se centra en su llegada a países del norte, las consecuencias más profundas se producen en los países del sur que reciben a estas personas, y puso como ejemplo el caso de Venezuela.
“Más de cuatro millones de venezolanos han abandonado el país, la mayoría de ellos refugiados en 14 países de América Latina y el Caribe. La mayoría de estos Estados han mostrado una solidaridad encomiable, a pesar de las inmensas presiones. La reciente decisión de Colombia de otorgar la ciudadanía a los hijos de venezolanos es un ejemplo, y el Proceso de Quito está ayudando a dar forma a un enfoque regional”.
Asimismo, ahondó en la división de respuestas que provocan “los flujos mixtos” de refugiados y migrantes y denunció una “retórica política generalizada” que “explota las ansiedades” de las personas excluidas de los beneficios generados por la globalización y dirige estos temores contra los refugiados y los migrantes.
“Enfrentar a unos excluidos contra otros no sólo es cínico e inmoral, sino que rara vez ofrece soluciones prácticas para ambos. Y las medidas adoptadas o invocadas para reducir las corrientes (retrocesos, externalización de la tramitación de asilo, políticas de disuasión) erosionan la protección de los refugiados sin abordar realmente las causas profundas de las corrientes mixtas o los problemas de la integración”.
Grandi destacó la complejidad de estas situaciones y puso como ejemplo su reciente visita a México donde observó “impresionantes ejemplos de integración de refugiados” que, unidas a las crecientes presiones migratorias regionales, hacen necesario considerar el “adoptar una serie de medidas para hacer frente a estos flujos mixtos”, como los integrados bajo el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones.
**Desplazamientos de larga duración **
Acto seguido, Grandi destacó su preocupación por la falta de medidas políticas ante las crisis de desplazados de larga duración, como el cuadragésimo aniversario de la crisis de refugiados afganos donde “lamentablemente, los esfuerzos de paz parecen haberse estancado una vez más” y solamente 15.000 refugiados consiguieron regresar a sus hogares.
Aumentan los esfuerzos contra la apatridia
Previamente a la sesión de apertura del Comité Ejecutivo, Grandi advirtió que los recientes progresos en la lucha contra la apatridia se ven amenazados por un aumento de “expresiones nocivas” de nacionalismo pero que aumenta el número de países que está tomando medidas contra ella.
“Hace apenas cinco años, la conciencia pública sobre la apatridia y el daño que produce era insignificante. Esto está cambiando, y la posibilidad de acabar con la apatridia nunca ha estado tan cerca como ahora”, dijo.
Pero para lograrlo, es necesario encontrar soluciones urgentes para millones de personas sin ciudadanía o en riesgo de apatridia en todo el mundo, “incluidos los rohinyás de Myanmar y las poblaciones minoritarias en riesgo de apatridia en Assam, India. Sin ellas, corremos el riesgo de profundizar la exclusión que ya afecta a la vida de millones de personas”.
Durante el encuentro también estuvo presente la actriz y embajadora de Buena Voluntad de ACNUR, Cate Blanchett, quien reconoció que hasta hace unos años no había sido consciente de que la apatridia era un problema mundial. Para ilustrar el problema, invitó a la audiencia a imaginar sus vidas sin carnet de conducir, pasaporte, tarjetas de crédito o sanitaria.
“No podía creer que hubiera tanta gente viviendo bajo un estigma perpetuo, continuo y generacional”, dijo.
ACNUR lanzó la campaña mundial #I Belong (#Yopertenezco) el año 2014 con el objetivo de acabar con la apatridia para 2024. Durante los primeros cinco años de la campaña, más de 220.000 apátridas pudieron adquirir una nacionalidad en países tan diversos como Kenya, Tayikistán, Tailandia y Kirguistán.
Esta última nación se convirtió el pasado mes de julio en el primer país del mundo en anunciar la plena resolución de todos los casos conocidos de apatridia.
Durante esta semana destacadas figuras de diversos ámbitos se reunirán con los Estados miembros en una sesión especial de la reunión del Comité Ejecutivo del ACNUR conocida como Segmento de Alto Nivel sobre la Apatridia, donde se evaluarán los progresos conseguidos por la campaña hasta el momento, y se formularán compromisos para acabar con la apatridia el año 2024.